jueves, 14 de agosto de 2014

Centro Psicólógico de Salud Mental y Sexual



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LAS 3 REJAS:


El joven discípulo de un filósofo sabio lo visita y le dice:
- Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de vos con malevolencia.
- ¡Esperá! lo interrumpe el filósofo ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?
- Si. La primera es la VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que querés decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por le segunda reja, que es la BONDAD. ¿Es bueno para alguien lo que me vas a decir?
- No. en realidad no. Al contrario ...
- La última reja es la NECESIDAD ¿Es necesario hacerme saber lo que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces, dijo el sabio sonriendo, si no es VERDADERO, ni BUENO, ni NECESARIO, sepultémoslo en el olvido.



jueves, 3 de julio de 2014

Trastorno de personalidad antisocial

Es una afección de salud mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo. La causa del trastorno de personalidad antisocial se desconoce, pero se cree que factores genéticos y ambientales, como el maltrato infantil, contribuyen a su desarrollo.

 Las personas con padres antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan de lejos muchísimo más afectados que las mujeres. Esta afección es común en las personas que están en prisión.
Prender fuego y se cruel con los animales durante la infancia están ligados al desarrollo de la personalidad antisocial. Algunos médicos creen que la personalidad psicopática (psicopatía) es el mismo trastorno. Otros creen que la personalidad psicopática es un trastorno similar pero más grave.

Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede:

 • Ser capaz de actuar jovial y encantador
• Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas
• Quebrantar la ley constantemente
• Descuidar su propia seguridad y la de los demás
• Tener problemas de consumo de drogas
• Mentir, robar y pelear con frecuencia
• No mostrar culpa ni remordimiento
• Estar a menudo enojado o ser arrogante

 El trastorno de personalidad antisocial se diagnostica con base en una evaluación psicológica que examina la historia y gravedad de los síntomas. Para recibir el diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial, una persona tiene que haber tenido trastorno de conducta durante la niñez.

Tratamiento 

 El trastorno de personalidad antisocial es uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta afección rara vez buscan tratamiento por su cuenta y pueden iniciar una terapia únicamente cuando los obliga una corte.

 Pronóstico 

Los síntomas tienden a alcanzar su punto máximo durante los últimos años de la adolescencia y comienzos de los 20. Algunas veces mejoran por sí solos cuando la persona llega a los 40 años. Entre las complicaciones se pueden mencionar encarcelamiento, drogadicción, violencia y suicidio. Cuándo contactar a un profesional médico. Vea a un médico o a un profesional en salud mental si usted o alguien que conoce tiene síntomas del trastorno de personalidad antisocial. Nombres alternativos Sociopatía; Personalidad sociopática; Desorden de personalidad antisocial

Trastornos de Conducta


Los trastornos de conducta son problemas de comportamiento que se asocian a trastornos emocionales. Se presentan en niños y adolescentes. Los problemas pueden involucrar comportamiento impulsivo o desafiante, consumo de drogas o actividad delictiva. Las causas se asocian son múltiple factores entre los que se encuentran el maltrato infantil, los conflictos familiares, anormalidades genéticas, educación deficiente, uso y abuso de drogas y alcohol.

El diagnóstico es más común entre varones aunque en los últimos años ha habido un crecimiento notable entre las niñas y adolescentes. La causa probable por la cual es tan frecuente este trastorno en los varones, sería soltarle la mano cuando aún no están listos para asumir solos las responsabilidades que se le asignan, como el estudio, andar solos por la calle, etc.



A esto debemos sumarle una educación donde se sobrevaloran las capacidades masculinas y se espera que los varones respondan como adultos responsables a edades tempranas. En cambio se les exige más a las niñas y adolescentes mujeres, con el resultado que éstas son mucho más responsables y presentan mejor conducta y rendimiento escolar que los varones. El niño o adolescente aún inmaduro adquiere una actitud desafiante, le cuesta respetar reglas y normas, no reconoce autoridad, se coloca en plano de igualdad con las figuras que detentan algún tipo de autoridad sobre ellos. No asumen responsabilidades ya que necesitan aún el control, guía y acompañamiento de sus padres. El trastorno de conducta se asocia con el trastorno de déficit de atención. Puede ser también un signo inicial de depresión o trastorno bipolar.

 Síntomas

 Los niños con trastorno de conducta tienden a ser impulsivos, difíciles de controlar y despreocupados por los sentimientos de los demás. Muestran una clara falta de límites, a menudo sus padres están ausentes o manifiestan incapacidad para controlar el comportamiento de sus hijos.

Los síntomas pueden abarcar: 

  • Romper las reglas sin una razón clara. 
  • Comportamiento cruel o agresivo hacia personas y animales (por ejemplo, intimidar, pelear, usar armas peligrosas, forzar la actividad sexual y robar).
  • Ausentismo escolar (inasistencia, que comienza antes de los 13 años). 
  • Consumo excesivo de alcohol y/o de drogas psicoactivas. 
  • Iniciar incendios de manera deliberada. 
  • Mentir para conseguir un favor o evitar tareas que tiene que hacer. 
  • Escaparse. 
  • Vandalismo o destrucción de la propiedad. 

Estos niños a menudo no hacen ningún esfuerzo por ocultar su comportamiento agresivo y pueden tener dificultad para hacer amigos verdaderos.

Pronóstico

 El pronóstico para niños y adolescentes con este tipo de trastorno depende siempre de la edad en que se comience un tratamiento tanto para el niño como para la familia.
Es imprescindible el apoyo, colaboración y cambio de hábitos de la familia (madre, padre, abuelos, tutores) que lograr cambios significativos.
En casos de maltrato y abuso, se debe dar intervención a las autoridades para que decidan cuál será el destino familiar del menor.
El tratamiento debe hacerse en lo posible cuando comienzan los síntomas para que éstos no se fijen y empeoren. Con padres poco comprometidos, el pronóstico empeora con el paso del tiempo. Son menores cuyo futuro es poco optimista.

El tratamiento con medicamentos o la psicoterapia se pueden utilizar para la depresión y el trastorno de déficit de atención. Los niños que reciben diagnóstico y tratamiento de manera temprana por lo general superan los problemas de comportamiento con el tiempo. Los niños que presentan síntomas graves o frecuentes y que no son capaces de completar el tratamiento tienden a tener el pronóstico menos alentador. Los niños con trastorno de conducta pueden llegar a desarrollar trastornos de personalidad como adultos, en particular el trastorno de personalidad antisocial, sus comportamientos empeoran, estos individuos también pueden desarrollar problemas a nivel legal o de drogas. La depresión y el trastorno bipolar se pueden desarrollar en los años de la adolescencia y a comienzos de la adultez. El suicidio y la violencia hacia los demás también son posibles complicaciones de este trastorno.

Consulte con el médico si su hijo: 

  • Continuamente se involucra en problemas. 
  • Tiene altibajos en el estado anímico. 
  • Está intimidando a los demás o es cruel con los animales. 
  • Está siendo víctima. 
  • Parece estar demasiado agresivo.

lunes, 21 de abril de 2014

Ataques de Pánico

¿Cómo me doy cuenta si estoy teniendo un ataque de pánico?


Si de repente y sin ningún motivo aparente sentís al menos 4 de estos síntomas:


  • Taquicardia
  • Sensación de sofocación o dificultad para respirar
  • Sensación de ahogo
  • Dolor en el pecho
  • Mareos
  • Miedo intenso a morirse en ese momento
  • Necesidad de salir de ese lugar
  • Sudoración
  • Temblores
El ataque de pánico constituye lamentablemente uno de los trastornos más frecuentes de los últimos tiempos. Es considerado un trastorno de ansiedad que sobreviene sin aviso alguno y que quien lo está padeciendo lo confunde con un  ataque cardíaco. Un médico con experiencia puede distinguir entre un ataque y otro ya que uno de los síntomas diferenciales del ataque de pánico es el terror a morirse ahí mismo por un miedo irracional que sobreviene de la nada. 


Cuando una persona ha sufrido uno de estos ataques, suele evitar el lugar donde ocurrió e inmediatamente restringe el estar en lugares similares. De modo que en corto tiempo, su movilidad se ve muy limitada. Si el ataque se suscitó en un colectivo, la persona no querrá volver a viajar en colectivo ya que relaciona el ataque con el lugar.
Esas conductas evitativas si bien en un principio alivian el temor a que vuelva a ocurrir un ataque de pánico, a la larga no hacen más que empeorar la situación ya que van reforzando justamente el miedo de que vuelva a pasar.



El trastorno de pánico es más común entre las mujeres que entre los hombres. Suele comenzar entre los adultos jóvenes. Muchas veces comienza cuando una persona se encuentra sometida a mucho estrés.
Los tratamientos para este tipo de trastornos tienen un buen pronóstico y son relativamente cortos, de 3 a 6 meses y según el caso, se combinan con medicación psiquiátrica cuyo objetivo es disminuir la ansiedad y la desesperación. La terapia puede demostrarle cómo identificar y cambiar los patrones de pensamiento antes de que lo conduzcan al pánico.
El tratamiento psicológico incluye técnicas conductuales (modificación de conductas), técnicas de respiración y relajación, junto con la terapia tradicional.
NIH: Instituto Nacional de la Salud Mental 

lunes, 30 de diciembre de 2013

Drogas y sexualidad

Los efectos que causan las drogas en la sexualidad, lejos de estimularla lo que producen es el efecto contrario. Se ha constatado que en la mujer producen una alteración del ciclo menstrual y por lo tanto, trastornos en la ovulación, disminución del deseo sexual, anorgasmia, disminución de la lubricación vagina, bloqueo de la respuesta sexual, disfunción sexual e infertilidad.
En los hombres, se comprobó que disminuyen la producción de hormonas masculinas (testosterona), de espermatozoides, son causa de disfunción eréctil, disminución del deseo sexual, impotencia, infertilidad y acasionan un aumento del tamaño de la próstata (esto último cuando se usan esteroides), además retrasan la eyaculación.
También producen somnolencia, pérdida de la conciencia que se manifiestan durante el acto sexual colocando a la persona en un gran riesgo para su vida.

Uso de drogas durante las relaciones sexuales:

Entre las más utilizadas están:  

La Marihuana:

Efectos inmediatos: desinhibición, relajación y sensación de bienestar. Aumenta la sensibilidad táctil y distorsiona la realidad por lo que impide realizar actividades de concentración y coordinación motora.
Con su consumo frecuente, reduce los niveles de testosterona y puede causar disminución en la producción de espermatozoides, alterar el ciclo menstrual al interferir en la ovulación. Disminuye el deseo sexual y causa disfunción eréctil.

Alcohol:

Es depresor del sistema nervioso por lo que causa desinhibición. En dosis altas retarda el proceso de excitación, ocasiona pérdida de coordinación y en consumo frecuente bloquea la respuesta sexual y provoca impotencia.

Cocaína:

Es un alcaloide que aumenta la liberación de dopamina, noradrenalina y serotonina, estimulando con ello el sistema nervioso central. Si se consume frecuentemente provoca disfunciones sexuales e infertilidad en ambos sexos. En el hombre es sumamente frecuente la disfunción eréctil, el varón pierde la erección continuamente debiendo interrumpir una y otra vez la penetración. En casos donde no pierde la erección también pueden presentarse dificultades en lograr la eyaculación.

Esteroides anabólicos:

Son una forma de consumir hormonas masculinas. Éstas son tomadas mayormente por deportistas que entrenas para ser fisicoculturistas. Estas hormonas estimulan la producción de andróginos (testosterona: caracteres masculinos) y provocan un aumento importante de la musculatura.
El uso continuado y el abuso de las mismas, con el tiempo provocan un aumento del tamaño de la próstata y una disminución del tamaño de los testículos. También afecta a la producción de esperma, viéndose disminuida la misma. Entre los cambios irreversibles están la calvicie y el desarrollo de pechos (ginecomastia) en los hombres. En las mujeres el abuso de esteroides anabólicos puede causar masculinización, lo cual significa que los pechos y la cantidad de grasa corporal decrecen, la piel se hace gruesa, el clítoris se agranda y la voz se hace más profunda. Así mismo, el cabello se cae pero el pelo corporal crece.

Speed:

Aumenta la liberación de dopamina y al consumirla frecuentemente ocasiona la disminución del deseo sexual. En los hombres puede ocasionar trastornos eyaculatorios y en la mujer anorgasmia.

Extasis:

Ocasiona un aumento en la liberación de serotonina y a corto plazo ocasiona problemas neuronales, disminución de la libido y de la respuesta sexual.

Poppers:

Al inhalarlo se retrasa la eyaculación, pero su uso continuo acarrea problemas coronarios o de tensión arterial con su repercusión negativa en la sexualidad.

LSD:

Debido a las alucinaciones que produce, la experiencia sexual es confusa y difusa. Su uso continuo provoca ansiedad, pánico y repetición de los primeros efectos, lo que afecta la sexualidad. En las mujeres embarazadas aumenta el riesgo de malformaciones congénitas en el feto.



lunes, 16 de diciembre de 2013

El Escorpión y la rana

Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu espalda…
—¿Que te lleve a mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.

—No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te pincho con mi aguijón, te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?

Y la rana, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:

—Si este escorpión me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo.
Y entonces, la rana se dirigió al escorpión y le dijo:
—Mira, escorpión. Lo he estado pensando y te voy a ayudar a cruzar el río.
El escorpión se colocó sobre la resbaladiza espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.


Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, en una zona del río donde había remolinos, el escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió un fuerte picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, pudo sacar las últimas fuerzas que le quedaban para decirle:
—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir.
Y entonces, el escorpión la miró y le respondió:
 —Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme.
Y poco después de decir esto, desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.